De todos es conocido que en este mundo existen dos tipos de trabajadores: los que les apasiona su trabajo y cada mañana se levantan impulsados por las ganas de mejorar un poquito este mundo haciendo lo que mejor saben hacer y los que se levantan maldiciendo un trabajo que no les gusta, no les motiva y que en ocasiones hasta les deprime.
El mundo de las tecnologías de la información no se escapa de esta diferenciación. En el evento VLC Testing 2014 jornada sobre Calidad y Testeo de Software, Domingo Gaitero Gordillo dijo algo como que en todos los trabajos hay “un triste”, esa persona que solamente ve problemas donde el resto ve soluciones y oportunidades.
Yo desde mi humilde posición propongo convertirnos a nosotros mismos en personas alegres, en trabajadores alegres, y que nos encarguemos de crear los motivos para levantarnos con una sonrisa cada mañana.
A todos nos gusta tener o consumir de lo bueno lo mejor, y lo mejor lo medimos con un concepto que todo el mundo entiende pero no todo el mundo sabe definir: CALIDAD. Y yo me pregunto: si a todos nos gusta obtener calidad, ¿por qué no nos aplicamos el cuento en nuestro propio trabajo?
En mi todavía corta andadura como consultor de calidad del software, la tónica general en la primera reunión con los desarrolladores de software es ver la figura del consultor de calidad como “el enemigo”, la persona que va a venir aquí a cuestionar lo bien o mal que hago mi trabajo. También es habitual la enfermedad de la “excusitis” cuyo principal síntoma es el “Es que”:
¡Basta de excusas!
Todos los profesionales que se precien de serlo, sean del sector que sean, se preocupan porque el resultado de su trabajo sea lo mejor posible, porque de ese resultado depende su reputación como trabajador y que le vuelvan o no a contratar.
En el mundo del desarrollo del software existen herramientas que nos permiten evaluar cuán bueno o malo es nuestro código fuente y cuánto nos va a costar arreglar todo aquello que hemos hecho mal anteriormente. De manera que ¡ya no existen excusas! Utilicemos esas herramientas, tomemos conciencia de nuestras creaciones y sobre todo empecemos a hacer las cosas bien!
“Es que hay muchísimo código mal hecho y arreglarlo todo me va a costar un tiempo del que no dispongo porque tengo que seguir desarrollando”
Ahí está de nuevo la excusitis. Tranquilos, no nos tiremos de los pelos. Supongamos que llegamos a casa y tenemos una fuga de agua o una tubería rota, si nos centramos en recoger el agua del suelo en lugar de en arreglar la fuga, al poco tiempo volveremos a tener el mismo problema si no mayor. Centrémonos en poner HOY como fecha de inicio para hacer las cosas bien, cerremos esa “fuga de agua”. Si nos preocupamos de que todo el código que desarrollemos a partir de hoy sea software de calidad y aplicando la regla del boy scout: “Deja este mundo un poco mejor de lo que lo encontraste”, la calidad de nuestro software se verá incrementada de una manera más rápida y menos desmotivadora que si no hubiésemos arreglado “la fuga”.
Al igual que un bebé no nace sabiendo andar, no vamos a pasar a hacer un código fuente perfecto de la noche a la mañana, nos llevará trabajo ir aprendiendo a hacer las cosas bien, y “desaprendiendo” todos aquellos vicios y/o malas prácticas que hemos ido adquiriendo con el paso del tiempo o lo que algunos llaman “Deformación Profesional”.
Debemos tener en cuenta las pruebas de software desde fases bien tempranas, desde la fase de análisis se debe estimar que un porcentaje nada despreciable del tiempo de desarrollar un software debe ir destinado a las pruebas, tanto al desarrollo de pruebas unitarias como a la realización por parte de un responsable de las pruebas funcionales.
Si conseguimos ser realistas en la estimación del coste temporal de desarrollar un software de calidad, podremos garantizar que somos verdaderos profesionales del sector y si no lo conseguimos tampoco pasa nada, también hay empresas que se dedican al comercio de productos “low cost” y el mundo del desarrollo del software no es una excepción.
Ahora tú decides: ¿Quieres ser un trabajador desarrollando software o prefieres ser un PROFESIONAL?