Con la adquisición de Tidelift y el lanzamiento de Sonar Advanced Security, Sonar refuerza la gestión de componentes vulnerables de terceros. Desde excentia, queremos trasladarte la importancia de gestionar correctamente estos componentes. Por ello, te presentamos esta guía rápida para desarrolladores,elaborada por el equipo de Sonar, en la que se destaca la importancia de esta gestión para proteger el software y mitigar riesgos.
A medida que las organizaciones dependen cada vez más del software de código abierto para impulsar la innovación, es más importante contar con una estrategia sólida de gestión de vulnerabilidades. Garantizar que los paquetes de código abierto estén protegidos contra vulnerabilidades conocidas es clave para mantener la seguridad en el proceso de desarrollo de aplicaciones.
La gestión de vulnerabilidades es el proceso de identificar, evaluar, priorizar y abordar las debilidades de seguridad dentro de la cadena de suministro de software de una organización. El objetivo es mitigar, de forma proactiva, los riesgos potenciales antes de que puedan ser explotados por actores malintencionados. Esta práctica es fundamental para mantener una postura de seguridad robusta y asegurar el cumplimiento de las normativas regulatorias.
Uso generalizado del código abierto: Los estudios muestran que aproximadamente el 98% de las aplicaciones contienen componentes de software de código abierto. Las vulnerabilidades en estos componentes pueden tener un efecto en cascada, comprometiendo potencialmente múltiples sistemas y aplicaciones debido a la complejidad y el alcance de las dependencias del código abierto.
Vulnerabilidades públicamente conocidas: Las vulnerabilidades del software de código abierto suelen divulgarse públicamente, lo que ofrece a los atacantes amplias oportunidades para explotarlas si no se abordan con rapidez.
Dependencias de terceros: Muchas aplicaciones dependen de numerosas bibliotecas y frameworks de terceros. Una única vulnerabilidad en una de estas dependencias puede afectar a todo el ciclo de vida del desarrollo de software. Por ejemplo, para muchas organizaciones afectadas por la vulnerabilidad Log4Shell, la utilidad de registro basada en Java, Log4j, aparecía como una dependencia transitiva, y no como una dependencia directa. Según los datos recopilados, log4j-core tiene más de 3.600 paquetes dependientes en el ecosistema de Java y más de 20.900 repositorios de software dependientes en plataformas públicas de colaboración de código.
Cumplimiento normativo: Gestionar las vulnerabilidades es crucial para cumplir con los estándares y regulaciones de la industria, que exigen estrictas medidas de protección de datos y privacidad.
El ciclo de vida de la gestión de vulnerabilidades consta de seis fases diseñadas para abordar de manera sistemática los riesgos de seguridad:
Identificación: El primer paso consiste en descubrir y documentar las vulnerabilidades en el entorno de software de la organización. Esto se logra mediante herramientas de escaneo de vulnerabilidades, pruebas de penetración y auditorías de seguridad. La información clave sobre vulnerabilidades proviene de la base de datos National Vulnerability Database (NVD) del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST).
Evaluación: Una vez identificadas, las vulnerabilidades deben evaluarse para determinar su impacto potencial y la probabilidad de explotación. Este paso implica un análisis de riesgos y la priorización según factores como la gravedad de la vulnerabilidad, la criticidad del activo afectado y el impacto potencial en el negocio. La NVD proporciona un puntaje CVSS (Common Vulnerability Scoring System) que puede usarse como referencia en la evaluación. Este puntaje varía de 0 a 10, siendo 0 de gravedad mínima y 10 la máxima gravedad.
Al evaluar vulnerabilidades, es importante tener en cuenta los falsos positivos. Se trata de vulnerabilidades reales cuyo impacto depende de criterios específicos de uso. Los falsos positivos acaban consumiendo tiempo de los desarrolladores, obligando a detener el trabajo y rehacer tareas para abordar problemas que en realidad no lo son. Esto genera agotamiento en los desarrolladores, pérdida de tiempo en investigaciones y correcciones innecesarias y, ante la confusión entre señales válidas y ruido, puede derivar en falta de confianza.
Para abordar este problema, Tidelif colabora directamente con los equipos de mantenimiento de software de estos paquetes de código abierto y les paga para que garanticen que sus paquetes cumplen con los estándares empresariales en cuanto a seguridad y licencias. Como parte de este trabajo, cuando se identifican vulnerabilidades a partir del NVD u otras bases de datos, se pide a los equipos que indiquen claramente el alcance y la gravedad de verse afectados por vulnerabilidades específicas. Además, proporcionan contexto sobre la vulnerabilidad, incluido si se trata o no de un falso positivo.
Remediación: Tras priorizar las vulnerabilidades, las organizaciones deben tomar las acciones adecuadas para remediarlas. Esto puede incluir aplicar parches, actualizar configuraciones o implementar soluciones temporales. El objetivo es reducir el riesgo a un nivel aceptable.
Verificación: Tras la remediación, es esencial verificar que las vulnerabilidades se hayan solucionado con éxito. Esto puede hacerse mediante nuevos escaneos, pruebas de penetración o verificaciones manuales para garantizar la efectividad de las acciones correctivas.
Documentación y reportes internos: Documentar correctamente todo el proceso es clave para auditorías y el cumplimiento normativo. Los informes detallados deben incluir las vulnerabilidades identificadas, los pasos realizados para remediarlas y los resultados de las verificaciones.
Monitoreo continuo: La gestión de vulnerabilidades no es un esfuerzo puntual, sino un proceso continuo. Las organizaciones deben monitorear regularmente sus entornos de software para detectar nuevas vulnerabilidades y actualizar sus estrategias de gestión en consecuencia. Este proceso también debe incluir el monitoreo de indicadores tempranos de riesgo, identificando proactivamente paquetes de código abierto potencialmente problemáticos, como aquellos que están marcados como end-of-life, obsoletos o abandonados. Sin un plan de seguridad y mantenimiento, los paquetes en estas condiciones pueden ser comprometidos por una vulnerabilidad, poniendo en riesgo el entorno de código de la organización.
No queremos terminar este artículo sin recordarte el lanzamiento de SonarQube Advanced Security que te permitirá identificar y corregir vulnerabilidades de forma precisa. En este artículo tienes la noticia de su lanzamiento.
En definitiva, la gestión de vulnerabilidades es un componente crítico de la estrategia general de seguridad de una organización, especialmente en el contexto del software de código abierto. Al comprender e implementar un ciclo de vida sólido de gestión de vulnerabilidades, las organizaciones pueden mitigar eficazmente los riesgos de seguridad, proteger sus datos y mantener el cumplimiento de las normativas gubernamentales y de la industria. La gestión proactiva de vulnerabilidades no solo protege contra amenazas potenciales, sino que también mejora la fiabilidad y la confianza en la cadena de suministro de software de código abierto.
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¡Hasta el siguiente artículo!