Si trabajas en desarrollo, software, o alguna de sus variantes, agile es una palabra que te sonará, o incluso, formará parte de tu día a día. Si estás negando con la cabeza, entonces tienes un problema amigo mío.
Agile y las metodologías ágiles forman parte de la vida, la cultura, y el mundillo informático-tecnológico desde hace un tiempo. Sin embargo, estamos observando no sólo una adopción masiva en este sector, sino en cualquier sector y equipo de negocio. Para muestra un botón, ¿alguna vez has escuchado hablar de los tableros kanban?
En excentia, hemos querido resumir en un post las claves de esta cultura de trabajo tan extendida y exitosa, ya no sólo para que todo esto deje de sonarte a chino sino también para que consigas ser todo un agile master. ¡Vamos allá!
Las metodologías ágiles son aquellas que permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto en cada momento. Por agile entendemos métodos de trabajo donde los requisitos y soluciones evolucionan con el tiempo según la necesidad del proyecto. Cada proyecto es realizado mediante colaboración de equipos multidisciplinares y auto-organizados en el que el existe un proceso compartido de toma de decisiones.
En definitiva, metodologías agiles son todas aquellas técnicas que se alineen con el Agile Manifesto y sus 12 principios fundamentales.
Las metodologías ágiles y en general la cultura agile tiene su inicio en los años 90, cuando se observa una reacción en contra de métodos demasiado estructurados y estrictos como el método waterfall. Este tipo de métodos con una estricta planificación inicial no permitían a los equipos de trabajo adaptarse a los cambios ni reaccionar a nuevas peticiones y demandas. En un sector en el que cada vez se producían más cambios, más radicales y de manera más constante, estas metodologías clásicas no se adaptaban y no proporcionaban un método de trabajo efectivo a los equipos de desarrolladores.
Sin embargo, hay metodologías que son anteriores al término agile. Por ejemplo, Scrum data de 1986 y el Método de Desarrollo de Sistemas Dinámicos (DSDM), de 1995.
A continuación, te exponemos una serie de razones por las que tu equipo ya debería estar trabajando con metodología ágil:
El cambio es acogido y menos traumático: es fácil acomodar cambios en cualquier momento y fase del proyecto. De esta manera se eliminan características innecesarias del producto final.
El objetivo final puede ser desconocido. Estas metodología son ideales para aquellos proyectos que no tienen un objetivo o finalidad concreta. Según avance el proyecto, según las necesidades tanto del cliente como del equipo de trabajo, el resultado final será uno u otro.
Entrega más rápida y de mayor calidad: Agile es un método más eficiente, y por tanto, genera un menor coste y un menor tiempo de trabajo.
Interacción fuerte y continua entre miembros del equipo. El trabajo en equipo mejora la motivación de los trabajadores y su implicación con los proyectos.
Se escucha más a los clientes, ya que se pueden adoptar cambios durante el transcurso del proyecto.
Mejora continua: La metodología ágil favorece la revisión y cooperación de muchos miembros de un equipo y su estructuración más flexible permite detectar y solucionar errores de manera más directa.
Existe una gran variedad de técnicas que cumplen los principios de la metodología ágil, pero las tres más usadas son:
Scrum: Se caracteriza por su estrategia de desarrollo incremental. El proyecto se construye en incrementos a través de iteraciones, llamadas sprints. Uno de sus pilares fundamentales son las revisiones. Esta metodología logra transparencia y comunicación entre los distintos miembros del equipo. Otra característica peculiar, es que logra solapar las distintas fases del desarrollo con el objetivo de detectar errores en cada fase antes de que sean trasladados a la siguiente y que por lo tanto, sean más difíciles y costosos de reparar.
Kanban: el método más visual. De hecho su significado en japonés es tarjetas visuales. En esta metodología ágil se detallan tareas que según unas reglas definidas por el mismo equipo van avanzando por las distintas fases (to do, in progress, done …)
Programación Extrema (XP): se centra en potenciar las relaciones interpersonales como clave del éxito en el desarrollo de aplicaciones. Está basado en la retroalimentación continua entre clientes y equipos de desarrollo.
Atlassian proporciona el ecosistema perfecto de herramientas. Su estrella principal en este aspecto es Jira Software, un programa completamente flexible diseñado por y para desarrolladores ágiles. El programa se adapta a la metodología de tu equipo e incorpora de serie, tanto plantillas para Kanban como metodología Scrum. La interfaz, las funciones, y sobre todo sus integraciones con productos tanto de Atlassian como de terceros, facilita y, prácticamente te impulsa, a usar una metodología ágil de trabajo.
Bitbucket y Hipchat son otros dos grandes aliados para el desarrollo software. La integración de Bitbucket con Jira Software facilita el trabajo de todo el equipo, permitiendo hacer revisiones de código de manera muy intuitiva, asegurando, así pues la calidad del código. Finalmente, Hipchat, también integrado tanto con Jira Software como con Bitbucket, provee la plataforma de comunicación ideal para todos los miembros del equipo.
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