Artículo traducido de G. Ann Campbell, encargada de los productos de lenguaje en Sonar Source. Ver artículo original. ____________________________________________"¿Cuál es la velocidad de una caravana en el desierto?" El líder del equipo técnico de desarrollo de plugins para lenguajes de SonarQube planteó esa pregunta hace poco para ilustrar una cuestión sobre las herramientas de desarrollo. La respuesta a la pregunta sobre la caravana es que se mueve a la velocidad del camello más lento. Estaba utilizando la metáfora para ilustrar que un desarrollador sólo puede trabajar a la velocidad de su herramienta más lenta.
Esta es una razón por la que los desarrolladores quieren - y los gerentes inteligentes compran – equipos de trabajo con procesadores rápidos. Nos gustan no sólo porque nuestras cabezas frikis funcionan con herramientas (¿o chips?), sino porque nos acercan más a la capacidad de trabajar a la velocidad del pensamiento. Pero ¿qué pasa con las otras herramientas? ¿Qué pasa con las herramientas de calidad?
Por la misma razón que los desarrolladores quieren procesadores rápidos, entornos de desarrollo (IDE) rápidos y compiladores rápidos, también quieren herramientas de calidad rápidas. Olvida el punto y coma al final de una línea de código Java y la mayoría de IDE se iluminarán inmediatamente en rojo. Esa retroalimentación rápida y de calidad te permite codificar de forma rápida y eficiente, sin agonizar sobre detalles triviales.
Del mismo modo, la retroalimentación rápida en la calidad del código te permite marcar las características como "hecho y limpio", y seguir adelante. Es por eso que SonarSource ofrece tres opciones diferentes para hacer un análisis previo a la confirmación en el control de versiones (pre-commit checks). Esa es la razón por la que abogamos (¡y practicamos!) la inspección continua. Revisar la calidad del código una vez al mes o una vez a la semana o justo antes de una liberación de versión ya es demasiaaaado tarde.
Porque los desarrolladores quieren trabajar a la velocidad del pensamiento, no a la velocidad de la burocracia corporativa. Y los gerentes inteligentes, también.