Ay!!! La lucha de clases…. cuantos siglos, cuanto sufrimiento para intentar acabar con ella y… los seres humanos no podemos evitar repetir, una y otra vez, nuestros errores anteriores, ¿verdad?.
Cuando echo la vista atrás y veo lo que hemos hecho en el contexto de las nuevas tecnologías, me doy cuenta de que hemos vuelto a cometer el mismo error… redefinir las malditas sociales en dicho contexto!!!, a las que podríamos llamar… las “clases tecnológicas”.
Así, partiendo de una situación en la que prácticamente nadie estaba familiarizado con estas tecnologías (digamos… hace unos 25-30 años), hemos ido evolucionando de forma que se han ido marcando unas diferencias cada vez mayores, y ya casi insalvables, entre diferentes grupos de usuarios tecnológicos, entre los que podemos encontrar éstas 5 (al menos…):
Grupo de personas (muy pocos, realmente pocos…) absolutamente privilegiado en el contexto; crean, definen, diseñan productos y soluciones, marcan tendencias, modas,… el resto de usuarios “danza” a su son… El poder absoluto, el absolutismo, de nuevo en nuestras vidas…
Ese grupo (también muy reducido, pero menos que la realeza) absolutamente conocedor de todo lo concerniente a las nuevas tecnologías, se mueve con gran soltura en este “mundo”, son los líderes de opinión, los “gurús” que nos dicen qué y cómo utilizar, qué opinar, etc. Disfrutan mucho de su posición privilegiada, sabiéndose aristócratas y, en muchos casos, ganan mucho dinero con este negocio…
Empezamos ya con los grupos masivos. Aquí encontramos a muchos usuarios que están cómodos con estas tecnologías, que la “consumen” día a día, pero siguiendo las directrices e imposiciones de la realeza y la aristocracia tecnológica. Este grupo casi no opina al respecto, sólo se maravilla día a día y se siente privilegiado por el mero hecho de seguir a sus “referentes” tecnológicos y sentirse conocedor de casi todo lo que hay en el mercado al respecto, pero tiene un gran estrés intentando estar siempre a la última y no acabando de entender (aunque intentándolo) todo lo que utiliza. Son los verdaderos consumidores, que dan soporte a las clases tecnológicas superiores.
Grupo más masivo que el anterior que “sobrevive” cada día utilizando un mínimo de herramientas tecnológicas necesarias para su trabajo y escasas opciones de ocio que conoce en el contexto tecnológico. Se siente un plebeyo tecnológico, casi un desgraciado en ese entorno, porque no está a la última y no suele tener tiempo ni ganas y le resulta realmente difícil estar al día. Son los sufridores por excelencia y suelen verse obligados a mantener (pagando sus tributos…) a las clases tecnológicas más privilegiadas.
El mayor grupo de todos (desde un punto de vista global, universal). Absolutamente desconectado de las nuevas tecnologías, consumidores (en su caso) solamente de las ya muy establecidas y antiguas: radio, tv, etc. No entienden (ni conocen, en la mayoría de los casos) nada al respecto, les viene grande y han decidido apartarse de esa “carrera” tecnológica, unas veces voluntariamente (ciudadanos de los países industrializados) y otras, las más de las veces, forzadamente (países tercermundistas).
¿A qué clase perteneces tú?, ¿y tus semejantes?, tus amigos, familiares,… ¿No pensáis que deberíamos volver a comenzar la eterna lucha de clases aplicada a la tecnología?, tendríamos que intentar minimizar las diferencias entre clases, facilitar las cosas, consolidar las tecnologías para que a todos nos de tiempo a llegar a ellas… “democratizar” y hacer accesible la tecnología para todos, y ya no me refiero a los códigos abiertos, etc. sino a la sociedad, las personas, los usuarios,… yo propongo… de nuevo… ¡¡¡A las barricadas contra las clases tecnológicas!!!!