Qué injusta y cuanto daño le hace a esta querida profesión la publicidad y el saber popular.
Hablar de Informática es hablar de una disciplina del saber que está en sus albores, casi recién nacida, pero en la que todo el mundo tiene puestos sus ojos y, en muchos casos, sus esperanzas, se ha popularizado de una forma dramática y esto, lejos de favorecerla, no hace sino entorpecer su proceso de maduración y crecimiento natural.
El problema mencionado anteriormente viene ligado con la consideración que se tiene de la informática. Tras muchos titubeos, se ha acabado por considerar una
ingeniería, pero, ¿es realmente una ingeniería?, ¿estamos dando los pasos correctos para que así sea?
Pues evidentemente no, ni una cosa ni la otra. Tanto si hablamos de las ingenierías clásicas (industriales, caminos, agrónomos, etc.) como de las más modernas (aeronáutica, telecomunicaciones, etc.), todo el mundo entiende, más o menos, cual es el cometido o dominio de las misma y a nadie se le ocurriría (en su sano juicio, quiero decir) suplantar a un ingeniero industrial o de caminos, pero… ¡ay! con la informática, qué diferente resulta.
Para empezar, prácticamente nadie conoce el dominio o cometido real de la informática en la sociedad, hay una enorme confusión, con muchas lagunas y desconocimiento al respecto (e incluyo aquí a un gran porcentaje de los llamados ingenieros informáticos).
En segundo lugar, con la mencionada popularización de la disciplina, prácticamente todo el mundo se cree capaz de actuar (incluso trabajar) como ingeniero informático. Cualquier persona, con unos conocimientos básicos, con un ordenador personal y un software adecuado (que suele estar hecho por un buen ingeniero informático, claro está), se siente el rey del mambo y un ingeniero cualificado, lo que desprestigia enormemente la profesión.
Pero la cosa (evidentemente) no es así, no es tan sencillo y la informática, la informática real, es una de las disciplinas más complejas y completas que puedan existir, que requiere de unos profundos conocimientos y una formación y adaptación continua mucho más exigente que cualquier otra disciplina del saber.
Ayudar a corregir la confusión
Y si esto último es cierto, ¿cómo podemos intentar corregir la situación a la que hemos llegado? Pues con dos líneas de trabajo/actitudes:
La información. Fundamental para reducir la incertidumbre y las ambigüedades. La primera línea consiste en tres pasos: informar, informa e informar. Siempre que se pueda, a quien se tenga a mano, por cualquier vía. Definir muy claramente, al menos, lo que NO es informática (retocar fotos, navegar por Internet, hacer hojas de cálculo, escribir en un tratamiento de textos, darse de alta en redes sociales, etc., etc.).
El trabajo bien hecho. Y esta, señores, es la auténtica clave, lo realmente importante. Los que nos dedicamos, en un nivel u otro, a esta querida disciplina, nos hemos de esmerar y trabajar con muchísimo celo profesional para ganarnos el prestigio, el reconocimiento y el respeto tanto de nuestros colegas de otras profesiones como de la sociedad en general.
Y este es nuestro gran reto, trabajar con el máximo rigor, hacer las cosas bien, difundir, en la medida de nuestras posibilidades, cual es nuestra misión, en qué consiste nuestra profesión y establecer una barrera consistente entre dedicarte a la informática (como profesión) y utilizar bien la informática para una determinada profesión o para el ocio (como usuario).
¿Y cómo hacemos buena informática?
Esta es una cuestión fundamental y es que ni siquiera el sistema educativo sabe enseñarnos a hacer o ejercer una buena informática. Se trata, como hemos dicho antes, de una disciplina tan nueva que no ha dado tiempo (en la mayoría de las Universidades) a que los que la enseñan sepan muy bien qué enseñar para que los profesionales que salgan con esa titulación aporten a la sociedad algo positivo y lo aporten con el rigor y la calidad deseada.
Por ese motivo, los profesionales informáticos han de aprender a trabajar trabajando. Ya, ya sé que eso suele ser común en todas las profesiones, pero garantizo que muchísimo más en informática. Así que, ¿cómo hacer buena informática hoy en día?; pues esforzándonos muchísimo en nuestros trabajos para aprender el rigor y la disciplina de hacer las cosas bien, con método, sin errores, estando al día, etc.
Para ello ayudan mucho las referencias de calidad, los patrones de buenas prácticas, de cómo hacer las cosas bien a la primera, etc. Y somos los primeros que hemos de desear que existan y se apliquen estas referencias o patrones, como en el caso concreto de la construcción de software, una de las especialidades más complejas (si no la más compleja) de la informática.
Evidentemente, no existen milagros ni recetas mágicas, pero si conocemos 'qué' y 'cómo' hemos de hacer en nuestro trabajo, seguro que tendremos más facilidades para desempeñarlo y para hacerlo con calidad y rigor y, por lo tanto, hacer una buena informática, cada vez mas infalible y ganando prestigio, respeto y reconocimiento de todos para que, ahora sí, se convierta en una verdadera y respetada Ingeniería Informática.