Ser el mejor. Aunque hay gente que no quiera reconocerlo, siempre nos ha gustado alguna vez ser el mejor en
algo, destacar sobre el resto por algo que hemos hecho nosotros mismos, con nuestro propio conocimiento.

Cuando esto ocurre, nos invade una sensación de satisfacción que nos hace felices, aunque sea por un instante. Aprovechar nuestras propias capacidades para hacer cosas creativas, divertidas, originales... son cosas que nos hacen sentirnos bien a nosotros y a los que nos rodean. Entonces, ¿Por qué no hacerlo siempre que podamos? ¿En nuestro día a día?
A estas alturas, todos los que trabajamos desarrollando software conocemos las herramientas o sistemas de
control de versiones. Es extremadamente importante hacer uso de ellas para una buena organización y para realizar un buen trabajo en equipo.
A parte de todas las funcionalidades que nos proporcionan, necesitamos saber que podemos explotarlas para llegar mucho más lejos. Si les sacamos partido, podemos extraer información tan interesante como:
- El número de personas exactas que están desarrollando en un proyecto.
- El grado de participación de cada desarrollador en el proyecto.
- Métricas de todo tipo asociadas a cada desarrollador en concreto.
- Evolución en el trabajo de cada desarrollador.
- Estado actual de cada desarrollador en el proyecto.
Esta información, usada de modo conveniente, nos puede ayudar mucho a
mejorar. Incentivar a las personas que mejor estén trabajando (hacen más cantidad de líneas de código, resuelven más
bugs, aumentan la cobertura del código, reducen más código duplicado...) puede incrementar la productividad de los empleados.
Si compartimos esta información con todas las personas que participan en el proyecto, en cualquier momento podrán conocer su situación con respecto a las demás, y provocará que realicen más esfuerzo por superarse personalmente. Cuando noten que van mejorando y destacando entre el resto, se sentirán mucho más motivados para hacer su trabajo diario.
Resumiendo, gracias a este tipo de herramientas podemos conocer una información muy valiosa, que si sabemos emplear del modo correcto, podemos conseguir tener un equipo contento, animado y dispuesto a mejorar su trabajo y el de todos.
¡Podemos conseguir un equipo de campeones!